El ejercicio puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes, como enfermedades del corazón y daño a los nervios. Sin embargo, antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, es importante hablar con su médico para asegurarse de que es seguro y apropiado para usted.

Una vez que tenga la aprobación de su médico, puede comenzar lentamente y aumentar gradualmente la duración y la intensidad de su actividad física. Es importante elegir actividades que disfrute y mantener un registro de sus niveles de azúcar en la sangre para comprender cómo su actividad física afecta sus niveles de azúcar en la sangre y ajustar su plan de tratamiento en consecuencia.

Si es necesario, lleve una fuente de carbohidratos para controlar los niveles de azúcar en la sangre durante el ejercicio y beba agua antes, durante y después del ejercicio para mantenerse hidratado.

Además de los beneficios para la salud física, el ejercicio también puede mejorar el bienestar mental y emocional. Las personas con diabetes pueden experimentar altos niveles de estrés y ansiedad debido a la naturaleza de la enfermedad. El ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.